En un mercado saturado de opciones, donde muchas empresas ofrecen productos o servicios similares, destacar ya no solo depende de la calidad o del precio. El verdadero diferenciador puede ser el branding, factor clave para destacar en el mercado. De hecho, según el estudio de Salsify realizado en 2024, un 49% de consumidores están dispuestos a pagar más por un producto si está comercializado por una marca en la que confían y esa confianza es algo que se puede lograr con un branding sólido.
Solo tienes que pensar en marcas como Coca-Cola o Adidas, todo el mundo es capaz de reconocerlas en cuestión de segundos. Y es que una estrategia de branding bien elaborada ayuda a construir una percepción clara, emocional y reconocible. ¿Quieres saber cómo lograrlo? En esta guía de branding 101, te damos las claves.
Qué es una estrategia de branding
Una estrategia de branding es el plan que define cómo se construye, comunica y posiciona una marca en el mercado. No solo consiste en diseñar un logotipo, sino que es construir una experiencia con numerosos elementos conectados entre sí de manera coherente que ayuden a apelar al público y establecer conexiones emocionales.
Tener una te permitirá, además de crear vínculos emocionales que te ayuden a conectar con la audiencia, tomar decisiones enfocadas y diferenciarte de la competencia. Pero para lograr esto hay una serie de elementos que te contamos en esta breve guía de branding 101, que no deben faltar para poder tener éxito:
– Objetivo. Las marcas nacen bajo un objetivo, un propósito que deje claro por qué hacen lo que hacen. Será precisamente esto lo que hará diferenciarte del resto de marcas. Define el motivo por el que tu marca existe, tu propósito será el punto de partida para construir una conexión con tu audiencia.
– Consistencia. La consistencia es otro de los elementos clave para evitar comunicar temas o valores que no se relacionan con tu marca y su identidad. Todo debe ir en consonancia con la personalidad de tu empresa o puede comprometer tu estrategia de branding. Para mantener esto entra en juego el manual de identidad corporativa.
– Emoción. Las personas se mueven por el sentido de pertenencia, de formar parte de algo. De hecho, este factor ocupa un lugar importante dentro de la Pirámide de Maslow, que categoriza las necesidades humanas. Esta característica de las personas hace que no siempre tomemos decisiones racionales y que, en su lugar, nos mueva la emoción. Por ello, una buena estrategia de branding trata de apelar a las emociones y, además, crear una comunidad en torno a su marca para que los clientes conecten con ella e, incluso, entre ellos.
– Flexibilidad. En un entorno en cambio constante, la flexibilidad debe ser uno de los pilares. Es esto lo que te permitirá hacer ajustes para poder mantener el interés y seguir diferenciándose. Aquí es donde entraría el popular concepto de rebranding y esto no quiere decir que deje de ser consistente, sino que sabe adaptarse a las novedades, ya que de lo contrario, puede que no logre sobrevivir a los cambios.
– Lealtad. Recompensar a tus clientes leales es fundamental. Si tienes una lista de personas que compran tu marca e incluso repiten, debes agradecérselo y recompensarlo para seguir manteniéndolos.
Qué es la identidad de marca o corporativa
¿Sabías que el branding no es lo mismo que la identidad de marca? El branding es todo lo que hay detrás de tu marca, lo que ayuda a comunicar tus valores, apelando a las emociones y sentimientos del cliente.
Por otra parte, la identidad de marca, una parte esencial de este proceso, es la representación visual que identifica a tu marca. Es decir, hace referencia a los colores, la tipografía, el logotipo… a todo lo que se puede ver, los recursos utilizados para dar forma a tu marca. En definitiva, mientras que el branding es el alma y esencia que tu marca transmite, la identidad es su cuerpo.
Dentro de todo este proceso podemos diferenciar un documento que debe existir en cualquier empresa, el manual de identidad corporativa. Será este el que establezca los estándares para la identidad de una marca que debe incluir:
– Historia de la empresa. Introducir a tu compañía haciendo un breve recorrido desde su nacimiento, pasando por algunos hitos importantes, hasta llegar a lo que es hoy, ayuda a proporcionar contexto y reforzar la identidad de tu marca.
– Visión y misión. Estos son dos elementos clave para alinear todas tus decisiones. La misión explica el propósito actual de tu empresa. Por otro lado, la visión mira hacia el futuro, qué aspira a ser tu compañía dentro de unos años.
– Valores empresariales. Los valores ayudarán a definir la identidad de tu empresa y cómo se comporta. Estos tienen que quedar reflejado en todas tus acciones e interacciones con tu audiencia.
– Identidad visual. Es decir, una definición de los elementos visuales que distinguen a tu marca de otras: el logotipo, en todas sus versiones y estableciendo los tamaños mínimos; la tipografía y sus aplicaciones; la paleta de color; el estilo fotográfico y de ilustraciones; etc. Además, debe incluir pautas claras sobre el uso correcto e incorrecto para poder asegurar su buena aplicación.
– Público objetivo. En el branding es fundamental saber a quién le estás hablando para poder hacerlo correctamente. Por ello, es esencial definir a tu público objetivo, adentrándose en sus hábitos, comportamientos, intereses, etc. crea tu buyer persona e inclúyelo dentro de tu manual, ya que cuanto más conozcas a tu audiencia, más fácil te será conectar con ellos.
– Identidad verbal. Dentro de este apartado debes establecer la manera en la que tu marca se va a dirigir a los consumidores verbalmente, es decir, el tono de voz. En función de lo que quieras transmitir puede ser más formal y técnico, o más cercano e informal. Además, también es importante fijar aspectos en el estilo de la comunicación como si se hace uso de emojis o no y qué frases o ideas deben ser repetidas para reforzar la propuesta de valor.
– Personalidad de marca. Define cómo se caracteriza tu marca, como si se tratara de una persona para ayudar a crear conexiones más profundas con la audiencia.
– Material de la marca oficial. Aquí debes incluir materiales como plantillas, presentaciones, papelería corporativa, etc. todo lo necesario para una imagen unificada en todos los soportes.
En este recorrido en nuestra guía de branding 101, hemos descubierto los pilares esenciales que cualquier persona emprendedora debe conocer para dar los primeros pasos hacia una marca fuerte. Ahora te toca ponerlo en práctica.