En la era digital, el mundo empresarial experimenta una transformación radical en la que no paramos de ver cambios. Gracias a estos, aparecen nuevos modelos de producción y económicos que desafían las convenciones tradicionales y abren un abanico de posibilidades nuevas. Entre estos se cuela la economía colaborativa, un modelo innovador que no solo redefine la forma en que hacemos negocios, sino que también promueve la colaboración, la eficiencia y la sostenibilidad. ¿Pero qué es exactamente la economía colaborativa y cómo está cambiando el panorama empresarial?
En un mundo que está cada vez más conectado, este modelo, entre otros, emerge como respuesta a las demandas cambiantes de la sociedad. Al contrario que los modelos económicos tradicionales, la economía colaborativa, rompe con la noción tradicional de la propiedad y pone el énfasis en compartir, ya sean recursos, habilidades, conocimientos o bienes, entre individuos a través de plataformas digitales. En su esencia, la economía colaborativa trata de compartir, de colaborar y de ayudarse mutuamente, creando un ecosistema en el que todos pueden salir beneficiados.
Características de la economía colaborativa
Ya hemos introducido en qué consiste este modelo económico, pero para profundizar más en él y poderlo comprender del todo es necesario destacar algunas de las características de la economía colaborativa:
– Plataformas web. La economía colaborativa se construye en torno a plataformas digitales que facilitan el proceso de intercambio y la conexión entre los diferentes usuarios interesados.
– Confianza. La confianza es una de las bases en la economía colaborativa, ya que el sistema de calificación de usuarios funciona como un control de calidad.
– Aprovechamiento de recursos subutilizados.Este modelo se centra en sacar partido a los recursos subutilizados, ya sean bienes materiales o habilidades profesionales, antes que producir nuevos.
– Acceso antes que propiedad. Cambia el modelo tradicional y el lugar de poner el énfasis sobre la propiedad, recae en el acceso a los bienes y servicios en el momento que uno de ellos se necesita.
Para comprender mejor todo esto de la economía colaborativa, si destacamos los sectores en los que suele verse utilizado este modelo, seguro que te comienzan a llegar a la mente numerosos ejemplos de empresas que hacen uso de ella:
– Alojamiento. Algunas personas permiten intercambiar sus casas temporalmente usando diversas plataformas.
– Transporte. Hay otras plataformas que facilitan el contacto entre conductores y pasajeros que van a hacer el mismo trayecto.
– Segunda mano. Páginas web en las que puedes encontrar todo tipo de productos que necesites, pero de segunda mano.
– Restauración. Hay bares y supermercados que ofrecen a través de páginas web productos que no se han vendido o que están cerca de su fecha de caducidad para que las personas lo consuman antes de tirarlos.
– Habilidades. Muchas personas ofrecen recursos sobre alguna habilidad que tengan ayudando a otras a aprender.
Tipos de economia colaborativa
Antes de terminar con este recorrido para comprender este modelo económico, es importante conocer los diferentes tipos de economía colaborativa que podemos encontrar y saber en qué se diferencian:
– Consumo colaborativo. Los usuarios hacen intercambios de bienes y de servicios a través de las plataformas digitales. Por ejemplo, compartir tu coche con Bla Bla Car, vender tus prendas por Vinted o compartir tu apartamento por Airbnb.
– Producción colaborativa. Son espacios donde las personas interactúan con objeto de ayudar en la gestión de proyectos, servicios o productos para que se pueda lograr su producción. Por ejemplo, esto se logra en espacios de coworking, también pueden destacar los productos de código abierto.
– Finanzas colaborativas. Sistemas como préstamos, donaciones y financiación colectiva, como es el conocido crowdfunding, que contribuyen a que una iniciativa se haga realidad.
– Conocimiento abierto. Plataformas sin ánimo de lucro que difunden conocimiento para que cualquier persona pueda acceder a ellos, suelen tener acceso público.
Tras ver todo esto, queda claro que la economía colaborativa ofrece muchos beneficios como la optimización de los recursos existentes, evitando su desperdicio y la sobreproducción; el poder acceder a más opciones que son incluso más baratas; fomentar la comunidad entre usuarios fortaleciendo los lazos sociales, etc. Además, ofrece numerosas oportunidades de negocio aún inexploradas ¿te atreves a montar tu propio negocio basado en este modelo?