El pasado 18 de octubre comenzó en el Instituto Tecnológico un nuevo curso de especialización dedicado al Business Intelligence y Big Data. Estas tecnologías formarán parte de las tendencias del próximo año, pero, ¿sabes en qué consisten exactamente?
¿Qué es Business Intelligence?
Actualmente, el volumen de información al que nos enfrentamos es prácticamente inmanejable. Por ello, es necesario hacer uso de tecnologías que nos ayuden a emplear estos datos. Tal y como están aprendiendo los alumnos en el curso, existen herramientas como Anaconda Navigator para programar con Python que nos permiten realizar un análisis exhaustivo de los datos y visualizarlos gracias a este lenguaje tan sencillo que resulta fácil de aprender a pesar de su gran eficiencia.
El Business Intelligence engloba diversas herramientas y estrategias que permiten transformar la información en conocimiento. Esto, a su vez, ayudará a la toma de decisiones basadas en datos. La necesidad de analizar y simplificar los datos se ha convertido en un activo estratégico para las empresas, ya que el uso de datos no solo afectará al servicio que se da al cliente. Esto también permite a las empresas comprender su mercado, pudiéndose adelantar así a los movimientos de la competencia.
Entre los grandes beneficios del Business Intelligence no solo se encuentra el análisis de información interna y externa, sino que, a su vez, este análisis tiene una mayor profundidad. Además, también permite realizar pronósticos de futuro y proyecciones en base a los datos recopilados, lo que es conocido como Business Analytics.
¿En qué se diferencia del Big Data?
Otra de las grandes tecnologías en este momento es el Big Data. Aunque hay quien cree que es sinónimo de Business Intelligence, hay ciertas diferencias entre estas dos tecnologías.
El Big Data hace referencia a tecnologías y herramientas capaces de capturar y almacenar grandes cantidades de datos. Por tanto, mientras el Big Data se centra en la obtención de datos, el Business Intelligence pone el foco en el análisis y la posterior toma de decisiones.
Lo que hace que el Big Data sea tan útil para las empresas es su capacidad para proporcionar respuestas durante el ejercicio. Los datos pueden ser moldeados en función de las necesidades de la empresa, lo que hace que las aplicaciones del Big Data tengan diversas naturalezas y objetivos.
Desde desarrollo de producto hasta impulso de innovación, pasando por costumer experience y machine learning, la recopilación de datos puede ayudar a abordar actividades de todas las áreas de la empresa. Así, la obtención de datos y su análisis permite que las empresas sean más eficientes y rápidas, pudiendo eliminar los problemas antes de que estos afecten a sus resultados.