¿Has oído hablar alguna vez de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)? Este concepto cobra cada vez más fuerza en el mundo empresarial actual, situándose como una visión de negocios que se debe adoptar si se quiere triunfar. Si no tienes muy claro en qué consiste, no te preocupes, en este post te aclaramos todas tus dudas.
La Responsabilidad Social Empresarial es una perspectiva que fusiona el respeto a las personas, los principios y valores éticos, la comunidad y el medioambiente con la administración de la empresa. Por tanto, es importante tanto para las compañías como para los consumidores y la sociedad. Consiste en una contribución activa y voluntaria que las empresas realizan para lograr el mejoramiento social, económico y medioambiental, con el objetivo de alcanzar un impacto positivo a través de sus prácticas, traduciéndose en una mayor competitividad y sostenibilidad.
Dicho de otra manera, consiste en que las empresas tengan en cuenta sus preocupaciones socioambientales a la hora de actuar para poder reducir el impacto negativo que sus acciones pueden provocar en la sociedad y en el planeta.
¿Por qué es importante la RSE?
Como al principio adelantamos, incluir la RSE en las estrategias de una empresa, trae consecuencias muy positivas, no solo porque se cuide a la comunidad, sino porque provoca buenos resultados para la compañía.
– Reputación y confianza. Mejora la imagen exterior de la empresa, posicionándola mejor en el mercado y construyendo una relación más sólida con los clientes y la comunidad.
– Atracción de talento y retención. Una empresa que incorpore la RSE dentro de sus estrategias, tendrá en cuenta las necesidades de sus trabajadores, mejorando el clima laboral, aumentando su motivación y fidelización y, por tanto, la retención de los mismos dentro de la compañía.
– Sostenibilidad. Al tomar decisiones basadas en la Responsabilidad social empresarial, los procesos productivos no dañan el medio ambiente, favoreciendo así el desarrollo y el cuidado del mismo.
– Reducción de costes. Implementando este tipo de prácticas, las compañías pueden llegar a recortar en costes gracias al uso de recursos naturales. Además, el aumento en la motivación de los trabajadores puede derivar en un incremento de la productividad, favoreciendo a la producción diaria de la empresa.
Visto esto, es evidente que la Responsabilidad Social Empresarial no trae más que beneficios a toda empresa que la tenga en cuenta a la hora de desarrollar sus diferentes estrategias. Pero antes de ponerte manos a la obra y comenzar a aplicarla en tu compañía, es importante que conozcas su carácter pluridimensional y las diferentes vertientes que esta tiene.
Tipos de responsabilidad social empresarial
La responsabilidad social empresarial puede presentarse de diferentes maneras, ya que esta no solo vela por cuidar el medioambiente, sino también otros aspectos. Es por ello que existen diversas vertientes o tipos de responsabilidad social empresarial, entre ellos, destacan:
– Cuidado al medio ambiente. Una compañía se compromete con el cuidado medioambiental adoptando medidas y desarrollando actividades que lo promuevan. Para ello, las empresas reducen su huella de carbono, usan recursos naturales, etc.
– Responsabilidad social interna. La RSE también se manifiesta en el compromiso que las compañías tienen con sus propios empleados. Por ello, se trata de mejorar sus condiciones laborales para fomentar un entorno de trabajo agradable, justo y equilibrado.
– Responsabilidad social externa. Compromiso con las minorías, apoyo a causas humanitarias y cuidado de la sociedad.Las empresas tratan de ser agentes de cambio en la sociedad, no solo apoyando causas humanitarias y promoviendo la equidad y compromiso con las minorías, sino tratando de mejorar la calidad de vida de la sociedad en general. Esto se realiza a través de prácticas y acciones promovidas por la propia empresa o participando en programas de inclusión y contribuyendo en organizaciones benéficas.
– Económica. Por último, también hay una vertiente de la RSE que trata de fomentar la transparencia en cuanto a prácticas financieras, así como impulsar acciones en la empresa que contribuyan positivamente a la economía local y eviten la explotación económica, entre otros aspectos.
Todo esto demuestra que, actualmente, la Responsabilidad Social Empresarial ya no es solamente una elección ética, sino una inversión estratégica que aporta grandes beneficios tanto para las empresas como para la sociedad.