Últimamente se ha oído hablar mucho del llamado síndrome del impostor y cada vez son más las personas que afirman tenerlo. Entre estas, emprendedores y emprendedoras, pero ¿qué es exactamente? ¿Cómo se puede combatir? En estas cuestiones nos centraremos en el post de hoy, ¡no te lo pierdas!
Síndrome del impostor en el trabajo
Sufrir de síndrome del impostor en el trabajo puede afectar a tu rendimiento y productividad y tener efectos negativos sobre tu salud mental. Este es un fenómeno psicológico en el que un trabajador cree constantemente que no es lo suficientemente capaz de lograr buenos resultados, aunque haya pruebas y hechos que evidencien lo contrario.
Este fenómeno se relaciona con la autocrítica y el exceso de perfeccionismo, dos elementos que nos hacen poner en duda nuestras propias habilidades y capacidades. Todo esto genera una distorsión de la realidad que nos impide reconocer y disfrutar nuestros logros. En el ámbito laboral esto puede llegar a afectar mucho, haciendo que el trabajador o emprendedor no sienta que merece el éxito alcanzado, generándole inseguridad constante. ¿Qué más puede provocar el síndrome del impostor?
– Baja autoestima, estrés y desmotivación, que conduce a una falta de productividad.
– Sensación de que engañas a tus compañeros de trabajo, haciéndoles pensar que eres bueno en tu trabajo, aunque creas que realmente no lo eres.
– Sentimiento de inferioridad frente a los que te rodean. Las personas con síndrome del impostor se sienten peores que sus compañeros y consideran que cualquiera podría hacer su trabajo mejor que ellos.
– Sabotaje del propio éxito de forma inconsciente.
Ahora que sabemos qué es y qué puede provocar, podemos ver los cinco perfiles que existen, cada uno con sus peculiaridades:
– El perfeccionista. Se caracteriza por querer llegar a la perfección y no poder aceptar los errores. Se fijan metas excesivamente altas y no sienten que son lo suficientemente buenos hasta que no cumplen todos los objetivos que se pusieron, buscan la perfección y sienten insatisfacción constante por los trabajos que hacen. Muchos de ellos también consideran que si no hacen ellos las cosas, no saldrán bien.
– El experto. Le encanta estar continuamente formándose para demostrar lo que vale. Tiene un alto nivel de autoexigencia y no se permite fallar en su área de dominio
– El genio. Se juntan el perfeccionismo y la autoexigencia, tienden a trabajar sin pedir ayuda. Consideran que tienen que saber sobre todo, pero también sienten que no son buenos en nada.
– Superhéroe o superheroína. Tiene la necesidad de probarse a sí mismo, se obligan a trabajar muy duro y más que cualquier persona para estar a la altura, por ello, tiene que ser el que mejor haga las tareas, de todos los roles. En definitiva, llevan la productividad al extremo.
– El independiente. Tienen miedo a pedir ayuda porque creen que de esta forma los compañeros pueden darse cuenta de que son un fraude, porque es una forma de ceder a otros su responsabilidad o porque es una forma de demostrar que sus capacidades son insuficientes. Por ello, creen que tienen que hacerlo todo por sí mismo, de lo contrario, creerán que el éxito no es suyo, ya que han recibido ayuda
Cómo superar el síndrome del impostor
Si después de leer todo lo anterior te has sentido identificado o identificada con algo y ahora te estás preguntando cómo superar el síndrome del impostor, no te preocupes, hay varias cosas que puedes comenzar a hacer para lograrlo. Lo más importante y lo primero de todo es identificar y reconocer que tienes este síndrome para poder ponerle fin. Una vez hecho esto, puedes comenzar a aplicar los siguientes consejos:
– Separa los sentimientos de los hechos. El miedo suele ser uno de los principales factores que provocan el síndrome del impostor, pero este miedo llega sin fundamento. Por ello, debes ser consciente de ello y separar estos sentimientos negativos de la realidad.
– Hay que usar un lenguaje positivo y rodearse de personas optimistas. Hay que desafiar a los pensamientos negativos que llegan a la mente, identificar esos pensamientos autodestructivos y hacerlos desaparecer. Evita la toxicidad, tanto en los ambientes como en las personas que te rodean.
– Habla con los demás sobre cómo te sientes. Comparte con quien te rodea tus sentimientos y logra apoyo, no te los guardes y ocultes, pues se irán acumulando y haciendo más difíciles de controlar.
– Deja de compararte con los demás y reconoce lo que te hace destacar. Cada persona tiene sus propias habilidades, y que alguien tenga una habilidad que tú no tienes no significa que sea mejor, ya que tú tendrás otras que esa persona no tiene, céntrate en ellas y aprovéchalas.
– Ponte metas realistas y alcanzables que no te generen tanta ansiedad.
– Reconoce y celebra tus logros por pequeños que sean. Aprende a darte cuenta de que esos éxitos son fruto de tus capacidades y esfuerzos, no de la suerte.
– Acepta tus errores y aprende de ellos. No te tomes los errores como fracasos, considéralos parte del aprendizaje y de tu crecimiento.
– Busca ayuda psicológica si la necesitas. Esto te ayudará a encontrar las causas detrás de tu síndrome del impostor y poner medidas necesarias para hacerlas desaparecer.
En definitiva, el síndrome del impostor es un obstáculo al que muchos emprendedores y emprendedoras deben hacer frente en su camino. Reconocer que lo tienes y poner las medidas necesarias para hacerlo desaparecer es fundamental para poder llegar al éxito.