Estudiar puede ser difícil. A veces ganan las distracciones y la concentración se pierde con facilidad. Sin embargo, esto es algo que se puede combatir, gracias a varias claves que te podrán ayudar a mejorar la concentración para estudiar. ¿Quieres conocerlas?
Mejorar la concentración para estudiar es posible
Tienes un examen, te sientas frente a tus apuntes para ponerte manos a la obra, pero a los diez minutos te das cuenta de que tu cabeza está dándole vueltas a otros asuntos que nada tienen que ver con el temario. Si esto te pasa y, cuando te pones a estudiar, te distraes con facilidad alargando el tiempo que tienes que dedicarle, no te preocupes, mejorar la concentración para estudiar es posible y, si entrenas esta capacidad, terminarás mejorando tu rendimiento y aprovechando al máximo tus horas de estudio.
Hoy en día, la falta de concentración supone una frustración para muchas personas, ya que estamos rodeados de estímulos que desvían nuestra atención. Pero esta es una capacidad que puede entrenarse con el uso de diversos hábitos y técnicas que ayudan a mejorar la concentración para estudiar y enfocar toda tu atención en lo verdaderamente importante en ese momento: tus apuntes.
Hábitos y técnicas de concentración
Son numerosos los hábitos y las técnicas de concentración que te pueden ayudar a mejorar en tus estudios y aprovechar al máximo el tiempo que le dediques. En Ceuta Open Future hemos elaborado una lista con algunas de las más importantes:
–Crea una rutina. Si siempre estudias a la misma hora, tu mente, inconscientemente, acabará creando un hábito de estudio, mejorando tu concentración en gran medida.
–Planifica, no improvises. Es importante que tengas planeado con antelación qué vas a estudiar y cuánto tiempo vas a dedicar aproximadamente a cada cosa. Esto dependerá de la dificultad de cada materia y de la proximidad de los exámenes. Además, debes aprovechar tus picos de máxima concentración, que suelen durar entre 30 y 40 minutos y llegan tras unos 10 o 15 minutos tras haberse puesto a estudiar. Es en ese periodo cuando es aconsejable que des prioridad a aquellos temas más difíciles. Por tanto, ten en cuenta tus picos y valles de concentración y gestiona tu jornada de estudio.
–Estudia siempre en el mismo lugar. Es recomendable que tu lugar de estudio sea siempre el mismo, ya sea tu cuarto, una oficina o la biblioteca. Además, este debe estar adaptado y preparado para poder estudiar, es decir, debe estar bien iluminado, preferiblemente con luz natural; ordenado y en silencio, para evitar distracciones y con los dispositivos electrónicos apagados para no caer en la tentación de usarlos.
-Estudia de manera activa. Si tu forma de estudiar se basa en leer una y otra vez el temario, es hora de cambiarla, ya que esto hace que tu concentración caiga en picado con rapidez. Es aconsejable que apliques formas de estudio activas, es decir, haz resúmenes y esquemas de lo que hayas leído. Esto ayudará a centrar toda tu atención en el tema, evitando que tu mente se disperse.
-Aplica técnicas de estudio. Hay numerosos métodos de estudio que te pueden ayudar a mejorar tu rendimiento. Mediante ellos, la adquisición de conocimientos, la concentración y la productividad mejoran considerablemente.
–Alternar contenidos. Ir intercalando entre temas de mayor y menor dificultad puede despertar y activar tu concentración de nuevo cuando esté cayendo.
–Ejercicios de relajación. Estar relajado es fundamental para concentrarte. Si estás nervioso o estresado, tu cabeza no estará más que dándole vueltas a otros asuntos. Por ello, antes de comenzar a estudiar, es importante que alcances el estado de tranquilidad necesario para que tu concentración no desaparezca; para lograrlo, realizar ejercicios de relajación como la meditación o respiración controlada puede ser tu gran aliado.
Ahora que ya sabes las claves y hábitos principales que ayudan a mejorar la concentración para estudiar es hora de comenzar a aplicarlos. ¡Estudiar te será mucho más fácil así!